19.1.05

Sucedió en el Barrio de San Juan

Hoy, lluvia y viento frío, pero la temperatura igual, aunque la sensación térmica es de más frío. Todavía no logro entender eso de que la temperatura es una y la que sentimos es otra. Total que oscilamos entre cero y menos dos grados durante toda la semana. En San Sebastián se alzaban olas de hasta ocho metros que se rompían contra el malecón, igual que en La Habana. Bueno, igual no. El mar Cantábrico es helado. Pero tuvo su gracia verlo en la televisión, aunque dudo que a las personas que tenían coches estacionados cerca del paseo y que el mar arrastró hasta hacerlos chocar con el malecón les haya hecho gracia.

Tengo varias cosas que contar, pero como sé que no todos querrán leer las reseñas de libros o películas y otros sólo estarán interesados en eso, pondré todo por separado.

Hoy pasé por el lugar donde sucedió uno de los primeros daños colaterales del 11-M. Mientras en la Estación de Atocha seguían encontrando los restos de las víctimas entre los hierros todavía humeantes de los trenes, apenas dos días después, en Pamplona, un hombre llamado Ángel entra en las estadísticas de los muertos debido a los disparos que un policía nacional le dio como resultado de una discusión. Eran vecinos y la esposa de Ángel tenía una tienda de alimentación debajo del edificio donde vivían. Tengo entendido que la esposa del policía nacional le pidió a la esposa de Ángel que pusiera un letrero en su tienda condenando a ETA por los atentados. Tengo entendido que la esposa de Ángel se negó, ya que ellos habían fundado el colectivo Gurasoak, que agrupa a los familiares de algunos miembros de la kale borroka (la lucha callejera). Uno o dos de sus cuatro hijos pertenecían a la kale borroka y habían estado en prisión. Existían intereses irreconciliables entre las dos parejas. Pero ninguno que justificara lo que pasó después. La esposa del policía subió a casa y le comentó al marido lo que había pasado. El policía bajó a la tienda, y le pegó tres tiros. Además, parece que el hijo remató la faena con un machete.

A casi un año, la tienda de Mari Carmen y Ángel continúa vacía y en sus ventanas están pegadas sus fotos, hay veladoras en el piso y flores frescas que la gente continúa llevando hasta ahí. Todo esto sucedió poco antes de que la gente, en Madrid, saliera a la calle a reclamar al gobierno que le estuviera ocultando y manipulando información para responsabilizar a ETA de los atentados, cuando todo parece indicar que ya seguían la pista islámica, y un día después de que esa misma gente que tomó la calle tomara también la decisión de que no quería continuar con un gobierno que le mintiera. Un debate que continúa.