20.1.05

El libro de la semana: Liquidación

Liquidación es una novela del Premio Nóbel húngaro Imre Kertész, al que yo no conocía mas que por haber ganado el Nóbel y porque el eje central de su literatura es Auschwitz, en donde estuvo preso.
Liquidación también es sobre el infierno de Auschwitz, pero a través de la distancia. Es sobre la permanencia y la marca del infierno, de cómo Auschwitz no podrá borrarse tan fácilmente, aún para los que no lo vivieron. Keserú, narrador (a veces) y personaje, busca el manuscrito de una novela que su amigo Bé escribió antes suicidarse, o por lo menos es lo que él supone. La novela que leo es al tiempo ese manuscrito perdido y quizás inexistente. Es una obra de teatro, una narración de la búsqueda de Keserú, no sólo de la novela, sino de su amigo perdido. Es el testimonio de un hombre marcado (físicamente, incluso) por Auschwitz: Bé nació en el campo de concentración y lleva la marca en un muslo, pero por una extraña conjunción de buenas conciencias, díficil de encontrar en un campo de concentración, sale vivo de ahí, poco después de nacer. Pero Auschwitz siempre será su cárcel, a la que arrastrará también a otros (por ejemplo a su esposa) y vivirá dentro de ella hasta el final, un final que él mismo decide. Quizá (Keserú no lo dice, es una suposición), Bé se siente culpable de ser un sobreviviente. Vive con la culpa de haber sido salvado y no se absolverá más que con su muerte.
La novela está escrita de una manera novedosa para mí, a veces como un diálogo de teatro, a veces como una narracion en primera persona de Keserú, otras en tercera persona sobre los pensamientos y sentimientos de Keserú en su búsqueda, otras se cuela algún otro narrador. Pero es sencilla de leer y de entender, y es una obra breve, pero intensa.
Creo que seguiré leyendo otras novelas de Kertész, porque creo que Auschwitz no es un tema cerrado, quizá esté en otro capítulo, pero todavia queda ese sentido de culpabilidad, ese sentido de que no hemos hecho lo suficiente para que no vuelva a suceder, ese sentimiento de que los judíos quizá no han entendido que la ley del Talión no es la mejor manera de deshacerse del peso de Aushwitz.
También me gustó algo que puede ser universal, que no está restringido a un momento histórico, como a veces el infierno está dentro de nosotros, nosotros lo creamos, y está en nosotros salir de él, de una u otra manera.