20.2.05

Carta de una desconocida

Carta de una desconocida es un hermoso relato de Stefan Zweig llevado al cine por primera vez en 1948 por Max Ophüls. En esta ocasión una china, Xu Jinglei, dirige y actúa el remake de la conmovedora historia del amor imperturbable y entregado de una mujer durante 18 años hacia un hombre que no la conoce. Peor aún, no la reconoce. Un escritor famoso recibe el día de su cumpleaños una carta que adivina larga por lo abultado del sobre. Después de cenar, se acomoda en el sillón, intrigado por la extensión y la falta de remitente de la carta. En ella una mujer le dice “mi hijo ha muerto ayer”. Así comienza el relato de su vida y le suplica “No debes temer mis palabras; una muerta no quiere ya nada: ni amor, ni compasión, ni consuelo. Sólo deseo algo de ti, y es que creas todo lo que mi dolor, que en ti se refugia, te dice. Créeme todo; sólo ése es mi ruego; no se miente a la hora de la muerte de un hijo único”. Después el relato se remonta a muchos años antes, cuando ella tenía trece años y faltaban pocos días para conocerlo. Es curioso para los que leímos antes la novela de Zweig, haber imaginado la historia en Viena con un frío limpio y claro, y después verla en la pantalla con ese preciosismo característico de las nuevas películas chinas y la nostalgia de los acontecimientos de 1930 a 1948, incluida la guerra con Japón. La conclusión a la que llegué al terminar de ver la película es que la historia de Zweig es tan universal que puede pasar en cualquier época, en cualquier parte del mundo. Es interesante el ejercicio de ubicar a los personajes, la casa del escritor o la mujer en diferentes épocas, con diferentes caras y ropas, en diferentes ciudades y contextos históricos. Una historia que se puede traducir a imágenes de mil formas distintas.
La actriz que interpreta a la desconocida es también la directora lo cual le imprime una perspectiva femenina: esto me puso a reflexionar como Stefan Zweig se mete tanto en el personaje que las palabras parecen brotar verdaderamente de un alma femenina. Muchas veces ha sido objeto de debate si un escritor escribe de manera “femenina” (aquí siempre se pone como ejemplo a Gabo, es quizá por eso que tenga más “copiadoras” que “copiadores”) o una escritora de manera “masculina” (aquí yo pondría de ejemplo a Marguerite Yourcenar) un debate que sinceramente me parece ocioso pero en en caso de tenerlo, y por comentarios sobre otras novelas de Zweig, creo que no se dudaría en calificarlo como escritor “femenino”.

El libro se lee en menos tiempo que la duración de la película, tendrá entre ochenta y noventa páginas y es una joyita. La película también es preciosa y por primera vez en mi vida voy a recomendar verla doblada. Acá todas las peliculas son dobladas lo cual suele molestarme porque algunos chistes no se entienden y algunas voces son irremplazables, pero en este caso, como ni entiendo chino ni me gusta como suena, el tener el sonido de un lenguaje que no te gusta ni entiendes puede restarle romanticismo a una película llena de él, y como conozco a muchos que tampoco son unos seguidores fervientes del chino de ahí viene mi recomendación. Claro, los habrá que adoren en el idioma y algún perdido que hasta lo conozca, ese sí que se la vea completita en versión original, siempre queda una sensación muy agradable de ver las películas en el idioma en que fueron hechas y yo suelo tener poco esa sensación últimamente.

Luego viene una reflexión, la reflexión que nace de ser un desconocido o desconocida para algunas personas que se topan continuamente contigo. Yo recuerdo muchas caras, aunque soy malísima para recordar nombres. Algunas veces he visto personas (me pasaba sobre todo en la Universidad, que fue la época de mi vida más social pasar todos los días frente a mí y ellas no me veían a mí, o si me veían no me reconocian. Esos pequeños encuentros y desencuentros que suceden entre desconocidos. Ejemplos, muchos: había un chico alto y delgado que iba en varias de mis clases de literatura en la UNAM. No hice amigos en la UNAM porque llegaba directamente a la clase y me iba, y las pocas veces que duraba más tiempo ahí era para meterme en la biblioteca. No solía entrar en discusiones dentro de las clases, así que supongo que fui un fantasma en los grupos que me tocaban. Pero a este chico me lo encontré una vez, no lo van a creer, en el metro TACUBAYA, precisamente en la intersección entre tres líneas, la naranja, la rosa y la café. Se paró a saludarme, lo cual me pareció extrañísimo, porque en mi vida había hablado ni una palabra con él. Después de varios encuentros en los lugares más extraños y lejanos de la UNAM, otras veces cercanos (una pesera en Coyoacán o en Bellas Artes), el domingo antes de dejar la ciudad por última vez (como residente, se entiende) decidí ir a despedirme de mis plácidos domingos coyoacanenses. No suelo hacerlo, pero esta vez me senté en el Rincón de los Milagros, que es donde mejor panorama tenía del Jardín Hidalgo. El camarero era, cómo no, el compañerito de la UNAM. Al principio me atendió de manera impersonal, hacía tiempo que no iba ya a la UNAM y mucho más que no lo veía, así que pensé que se había olvidado de mí. Pero era mi último día, así que le pregunté. Y sí, me dijo, claro, de la Facultad de Letras de la UNAM. Ni qué decir que no sé su nombre y el tampoco sabe el mío.

Ese es un solo ejemplo, pero como contaba, de la época de la Ibero tengo muchos y también de mi etapa voy-a-tomarme-mi-café-en-“El-mundo”. Mucha gente se ha cruzado en mi camino varias veces y sería incapaz de reconocerme. Y también sucede al revés, de repente alguien totalmente desconocido para mí se acerca y resulta que me ha visto tanto que ya siente que somos amigos. Claro, todo esto que cuento no llega ni por un poco al extremo de la Carta de una desconocida de Zweig, pero sí me lleva a esa reflexión de toda la gente que se cruza en tu camino o tú en la de ellos y continuamos adelante siendo totales desconocidos.

El misterio del Windsor

De entre las llamas del Windsor surgen los fantasmas que forjarán la leyenda de este edificio o darán las respuestas a las causas de su incendio. Durante la madrugada del sábado al domingo, aproximadamente a las tres, unos vecinos del edificio, en un piso no. 11, grababan con una cámara de video el incendio, impresionados por las llamas incontrolables. De pronto, uno de ellos observa luces encendidas, unos pisos más abajo y siluetas de personas. Suponen que son bomberos, pero les parece demasiado arriesgado pues las llamas ya devoran y destruyen sin compasión, por lo que el riesgo de derrumbe es alto. Llaman al 112 y se enteran de que los bomberos han evacuado el edificio a la una precisamente por el peligro que entraña el tratar de combatir el fuego desde adentro. Este desfase de tiempo entre las imágenes grabadas por los vecinos y la información de las autoridades es “el misterio del Windsor” que ha acaparado los informativos de los últimos días. Pero los vecinos con cámara no son los únicos que observaron movimiento en los pisos mencionados; cada vez salen más voces de vecinos que notaron la presencia, pero no pensaron que fuera importante ya que también pensaban que se podía tratar de bomberos. No hay ninguna pista de quién o quienes podrían ser. Los dueños de la empresa que ocupaba esos pisos niega rotundamente la presencia de trabajadores propios en una circunstancia tan peligrosa. El Windsor ya tiene fantasmas, lo que no sabemos es si tendrá respuestas.

19.2.05

Semana Cinematográfica

17 personas mueren en un atentado contra un autobús en Israel en el año 2003. 16 personas son identificadas, pero la víctima no. 17 no. Lo único que se sabe es que es un hombre y está totalmente carbonizado por lo que no se pueden dar ningún tipo de señas, cómo iba vestido, que pertenencias llevaba, nada. Un equipo de cine se da a la tarea de buscar la identidad de esta persona. Durante seis meses, en los que se suceden otros dos o tres atentados, este equipo va de lugar en lugar, de persona en persona, hasta dar con el nombre y la historia que se esconde detrás del “no.17”.

Este es el primer documental que se ha podido ver en el primer Festival de Cine Documental “Punto de Vista” de Pamplona. Creo que a pesar de que nos quejamos de poca oferta cultural en la ciudad, existe un esfuerzo claro por expandir los horizontes culturales y en donde más se nota es en el cine. Como recordarán, hace unos cuántos meses fui al V Festival de Cortometraje de Ficción, y con gusto he visto que muchos de los cortos que se presentaron en él están siendo presentados en otros festivales o programas de cortometraje. Algunos de ellos los pasan después de la película de la primera, en la televisión, los viernes por la noche (tengo pendiente poner un post sobre el cine en casa) en el programa “Versión Española” de Cayetana Guillén. Uno de ellos, “El enigma del chico croqueta” ganó el Goya al mejor cortometraje de animación. Todo esto me hace pensar que el festival al que asistí hizo una buena selección de cortometrajes y de algún modo se va haciendo un lugar entre tanto festival de cine que hay en “el imperio” (como dice Carlos).

Este primer festival de cine documental creo que es una buena muestra de ese esfuerzo por traer a la ciudad diversas y heterogéneas manifestaciones de cine. Aparte de la sección a concurso, habrá un homenaje a Pío Caro Baroja (un gran documentalista sobre Navarra y sus paisajes) y a Jean Vigo, además de proyectar “Todos íbamos en ese tren”, 24 miradas al 11-M (que se diferencia de la película del 11-S que vimos en la Cineteca en que los cortometrajes sobre el atentado de Atocha son documentales, mientras que los de Nueva York eran en su mayoría relatos de ficción, sin descartar que alguno estuviera basado en hechos verídicos).

Aparte del festival, la cartelera está repleta. La mayoría de las nominadas al oscar en una o varias categorías, como el Aviador, Ray, Closer, Million Dollar Baby, Sideways o Finding Neverland; también se estrenó otra de las candidatas a mejor película extranjera, El hundimiento, sobre las últimas horas de Hitler, y continúa después de varias semanas otra de las películas candidatas a mejor película extranjera, Los chicos del coro. Lástima que no se puede ir a todas. Bueno, poder si se puede pero el cine aquí cuesta 5,50 euros y en días del espectador, 4,(56 pesos día del espectador,77 día normal) así que echen cuentas.

Además, en “mi cine” (en el Golem Yamaguchi he encontrado un pequeño refugio como compensación a la pérdida de la Cineteca Nacional y los cines de la UNAM), está una película muy interesante, Domicilio Privado, sobre lo que sucede cuando una familia palestina ve invadida la intimidad de su hogar al tener que ceder una parte de ella (al estilo Casa tomada, de Cortázar) a policías israelíes, pero ya escribiré sobre ella porque no pienso perdérmela. También está en ese cine Carta de una desconocida, de la que hablaré en mi siguiente post, y la última película de Ken Loach, Sólo por un beso. Cine no falta estos días, lo que falta es tiempo y dinero para estar metido en las salas todo el día, la nieve y el viento helado invitan.

Quiero aprovechar para agradecer a Benjamín, el más constante seguidor y lector de mi blog; prometo actualizarlo más seguido para que no te aburras, benja.

14.2.05

Resumen semanal

Incendio en Madrid

Fue una semana intensa, ya que inició con la triste noticia de 18 personas muertas en una casa rural a causa del monóxido de carbono. Habían celebrado una fiesta de cumpleaños y algunos de ellos decidieron quedarse a dormir pero los encargados de la fiesta les dijeron que a causa del frío de las semanas pasadas las tuberías se habían roto y la calefacción central no funcionaba. Los chicos dijeron que se las apañaban, trajeron unas estufas y todos, menos el festejado y su novia, durmieron en una habitación. No volvieron a despertar. Fue un drama inmenso en la mayoría de los pueblos aledaños, pues son pueblos pequeños de unos 160 habitantes y por tanto, todos se conocían o eran familiares de algunos de los muertos. La semana, además, cierra con un espectacular incendio en el metro de Madrid. Para los que conozcan, el edificio Windsor, octavo más alto de la ciudad, de 106 metros, está detrás del Corte Inglés de Ministerios y muy cerca del Estadio Santiago Bernabeu. Ahora el temor es de que el esqueleto del edificio se caiga, aunque hasta ahora ha resistido. Va a ser muy difícil, además, destruirlo, puesto que está en una zona comercial y financiera rodeado de otros edificios grandes, no lo pueden echar abajo así como así y tampoco pueden recuperarlo. El edificio ardió durante toda la noche del sábado, por lo cual tuvo miles de testigos, pues todos los que andaban de marcha por la zona salieron a ver. El Windsor estaba en reformas y sólo estaba ocupado en sus pisos más bajos, además de que era sábado por la noche, por lo que estaba vacío, pero el día de hoy parece que muchos de sus vecinos han suspendido actividades como precaución.

Amanecer de domingo

En medio de la semana, hubo de todo, bombas de ETA, seguidas de detenciones de “reclutadores” de jóvenes para sus filas, visita de Fox, semana de Arte Contemporáneo Mexicano, una víctima más de la violencia de género (¿Recuerdan a Berta? Todo parece indicar que el asesino estaba despechado porque ella no le quería hacer caso; en principio se barajó que era su exnovio, pero luego el propio ex novio contó como desde que tenía una relación con ella, de tres años, su “amigo” estaba enamorado, pero nunca supo que la asediaba, nadie lo sabía, era el típico chico que no hacen caso, y ya ven como acabó). También tuvimos otro asesinato. Un borracho que se metió a la autopista en sentido contrario en Tudela (al sur de Navarra). Para esquivarlo, una mujer giró su coche y fue a dar debajo de un puente, su hija que iba en el haciendo del copiloto murió. Lo peor es que horas después el tipo salió en libertad con cargos en su propio coche...Noticias buenas, pocas, aunque una me concierne directamente: el lunes comenzó la normalización de inmigrantes. Por lo que he visto en las noticias, Navarra está mucho más organizada y tranquila y ofrece mucho más información para el papeleo que en Madrid, por ejemplo. Claro que además, son muchas menos las personas que se regularizarán en Navarra que en Madrid, pero aún así ya están dando citas para abril aquí en Navarra. “Así las cosas” como dice Carmen Aristegui”. Este domingo íbamos a ir a esquiar pero el tiempo volvió a estropearse, ahora cae granizo. A ver si el próximo domingo tenemos más suerte, ya les contaré.

Vista cercana

(fotos sacadas de la página del Diario de Navarra, y pertenecen a diferentes agencias, EFE, Reuters)

12.2.05

A las seis de la mañana

¿Cuántos de ustedes han tomado el transporte público a primera hora de la mañana, cuando todavía no ha amanecido, un sábado o un domingo? Por lo general, a esa hora los olores son más concretos, más definidos y más penetrantes, y por lo general no son agradables (como dice Joaquín Sabina a las seis de la mañana la vida huele a aserrín y a sueldo de camarero). La única excepción que se me ocurre es el olor del pan o del café recién hecho que emana de los primeros puestos que abren desde temprano generalmente los que están dentro de estaciones de metro.

Por lo general los que se suben a un autobús o el metro al amanecer de un fin de semana, suelen ser grupos de chicos que vienen de una noche de fiesta. Esto lo he visto mucho en Madrid, muchos de ellos viven lejos y esperan a que abran el metro para volver a sus casas después de haber pasado una noche de marcha por el centro. Los que vienen en grupo, por lo general, siguen igual de divertidos (y borrachos) que hace unas horas, digamos que prolongan la fiesta hasta llegar al punto donde todos tienen que separarse. Estos por lo general huelen, obviamente “a cabaret” jajajaja (alcohol, cigarro y hombres, como le dijeron a Sofía, lo cual ya se ha convertido en leyenda urbana). También hay los que vuelven solos a casa, y no se descarta que algunos ni siquiera puedan ponerse en pie. También es típico que tomen al pobre conductor como sujeto de sus risas, lo cual no le debe hacer ni pizca de gracia al pobre hombre que es el primer en entrar a trabajar para que los chicos puedan llegar a sus casas sanos y salvos. Alguna vez quizá me he incluido en este grupo, aunque ahora no recuerdo concretamente dónde y cuándo.

También están los inmigrantes o jóvenes que trabajan 12 horas al día incluidos sábados y domingos. Estos a veces huelen al bocadillo que llevan para el almuerzo. En esta ocasión, mientras veo amanecer a través del cristal y escucho las risas de los chicos que están en la parte de atrás de la “villavesa” (así llaman los pamploneses a los autobuses) me incluyo en este grupo. No porque trabaje 12 horas al día, pero esta vez me ha tocado ir a cuidar a Martín y Josune (para los que no lo sepan, los niños a los que llevo a la escuela de martes a viernes) temprano y he tenido que ir en el primer autobús que sale de Arre, a las siete y cinco, porque esta vez Carlos no podía llevarme como siempre hace. Por lo general las caras de estos son tristes y cansadas, como la de los hombres que vuelven del trabajo en una pesera a las diez de la noche (también he estado en ese grupo). Es curioso, pero a pesar de haberlo hecho muchas veces, siempre que veo a estas personas me deprimo, porque por lo general mi situación es o ha sido transitoria, mientras que esas personas llevan en la cara muchas madrugadas o muchas noches haciendo una y otra vez lo mismo y tampoco se les ve una fecha de término: seguramente pasarán toda su vida igual.

También hay uno que otro empollón que va a la escuela, ya sea a la biblioteca a estudiar oposiciones, o a hacer o preparar algún examen, de este tipo había muchos en el metro copilco o universidad, que se caracterizaba por su olor a bisquets con mantequilla.

Otro tipo de personas que viaja a esta hora son los turistas, sobre todo en las líneas que van a algún aeropuerto, estación de tren o de autobús. Recuerdo por ejemplo el bus que tuve que tomar para llegar a una estación de metro para llegar a un aeropuerto en Londres. Estos, además del madrugón, tienen que cargar con una o varias maletas, por lo general más grandes o más pesadas de lo recomendable. Uno de los lugares más tristes, deprimentes y sobre todo malolientes que recuerdo es una estación del metro de París (estación Voltaire) a primera hora, cuando lo único que hay a tu alrededor son clochards que duermen en los portales y perros callejeros. Quizá no sea la mejor manera de llegar por primera vez a París, a las seis de la mañana y en metro. Por lo general, por lo menos en mi caso, ver amanecer a través de un cristal de autobús o dentro de un vagón de metro me deja una sensación de resaca moral, aunque el día de hoy fue bastante agradable y sentir por primera vez en muchos días una “sensación térmica” mayor a la de todas las mañanas desde hace semanas. Diez grados y el olor a humedad que dejó una llovizna nocturna me recuerda a California y todavía no sé por qué. También me recuerda a excursiones en en Colegio. La sensación de caminar mientras amanece, con diez grados en los térmometros hace que no sienta ese malestar, esa tristeza que a veces da andar en la calle un sábado o un domingo a las seis de la mañana.

10.2.05

La boda del año

Ya se nos olvidó a todos que era la mala de la película, que es fea, desaliñada y su peinado es totalmente pasado de moda (incluso cuando tenía veinte años y ya lo llevaba, se veía pasado de moda); durante muchos años, Camila no tuvo ninguna simpatía ni entre los súbditos ingleses ni entre el resto del mundo (roba maridos, diría mi hermano). Ahora resulta que lo único que se dice de ella, es la “maravillosa” y larga historia de amor, todos los medios resaltan la parte rosa del asunto. Ahora es discreta, paciente y es tan loable que nunca haya querido ser reina (y aunque quisiera, sólo será “duquesa” de Cornualles”). Somos maniqueístas por naturaleza. Hace unos años era la mala, mientras que la buena era la reina de corazones, Diana, y nadie hablaba de su bulimia y su anorexia, de que corría detrás de cualquier hombre que se le pusiera enfrente así fuera camarero, chofer o guardia. Ahora, todos quieren a Camila, la admiran por seguir enamorada (yo también la admiro, estar enamorada de semejante soso, claro, son tal para cual, no hay tampoco mucho mérito), por haber esperado sin exigir nada, por seguir queriendo al buen Charlie. Que era “la otra”, la causante de los problemas emocionales y sicológicos de “nuestra” Diana, que viste muy mal y todo lo demás que siempre se dijo de ella, de eso nadie se acuerda, porque ahora la peña está más pendiente de qué color será su vestido y de si el buen Charlie abdicará. A ver si alguien se acuerda del hijo menor de Carlos y espera que su nueva mamá lo eduque, que buena falta le hace.

9.2.05

Las bombas de ETA suenan en México

Esta mañana ETA hizo estallar una bomba más, esta vez casi a las puertas del recinto ferial Juan Carlos I, sede de la Ferio ARCO (Arte Contemporáneo), una de las más importantes y esperadas del año, que en esta ocasión tiene como invitado a México. Por la tarde fue la inauguración a la que asistió Mr. Fox y doña Martha, los reyes de España y los príncipes de Asturias. A pesar del susto, “sólo” (así dicen los medios, como si no fuera suficiente) hubo 39 heridos leves.

La explosión es la guinda de un pastel que se ha estado cocinando en los medios toda la semana, ayer con mucha más fuerza, y es la reunión (discreta para los reunidos, secreta para los que no fueron invitados, o sea la oposición) entre el líder del Partido Nacionalista Vasco y Zapatero, días antes del rechazo en el parlamento del Plan Ibarretxe. Los opositores, además de acusar a la reunión como secreta, acusan al gobierno de comenzar “negociaciones” por debajo de la mesa con ETA. Sin embargo, el gobierno ha rechazado cualquier acercamiento, y Zapatero, que ahora está en Polonia digo que las bombas solo llevan a la cárcel. Parece un rompecabezas, pero ya los analistas políticos se encargarán de darle forma, lo cierto y real, sin necesidad de interpretaciones, es que la seguridad en este país todavía tiene que pulirse, a pesar de los grandes operativos que se han hecho en los últimos meses contra ETA. Hasta suerte hubo que alcanzaron a tomar el avión el comité que califica a Madrid como sede de los Juegos Olímpicos 2012.

Pero la duda que me surgió hoy es, ¿cuál es la razón de ETA para poner esa bomba hoy, en ese lugar? ¿Hay algo específico en contra de México? Pensando en ello, recordé que México mantiene algunos vascos presos acusados de ser parte de ETA. Alguna vez escuché una entrevista con ellos, en la que se declaran inocentes y consideran una injusticia su encarcelamiento y denuncian una gran cantidad de irregularidades en el proceso que los mantiene presos. Se califican como unos simples vascos que han ido a “hacer las Américas”, y que sólo por ser vascos los han relacionado con ETA. Habrá que pensar si esta situación tiene o no algo que ver con lo sucedido hoy en Madrid.

8.2.05

La muerte de Bertha

Por lo general, Pamplona es una ciudad con pocos niveles de violencia. La historia que les conté hace unos días, sobre el policía que mató a un tendero, es una excepción y se enmarca en el contexto de la incertidumbre y la conmoción del 11–M. Prácticamente no se puede hablar de delincuencia. Sin embargo, la mañana de hoy fue el escenario de la séptima víctima en lo que va del año, a causa de la violencia doméstica. Un chico de 26 años esperaba en el estacionamiento de su casa a una ex novia de 22, y al subirse al coche le disparó con una escopeta y luego se suicidó. El año pasado, las mujeres que murieron a manos de su expareja o su pareja, fueron 72 y el anterior, 68. De alguna manera, la situación me remite, por lo general, a las muertas de Juárez, aunque tiene sus diferencias sustanciales.

En España, más del noventa por ciento de las muertas sufrieron durante mucho o poco tiempo maltrato físico y psicológico. Su verdugo era el hombre con el que compartían o compartieron su vida. El hombre más cercano era, en esos casos, el más peligroso. Muchas de ellas encontraron la muerte después de la decisión más difícil, la de acabar con esa relación, lo cual disparó la violencia del hombre que no aceptaba la separación o el divorcio. Algunos violaron órdenes de alejamiento. Algunos se suicidaron o se entregaron a la policía después del crimen.

Una de las diferencias que encuentro entre las muertas de Juárez es que la violencia familiar no tiene edad, tipo físico o nivel social. Un maltratador puede ser rico y culto, educado y sensible. Una mujer víctima de malos tratos puede ser profesional o ama de casa. No hay un perfil concreto para ser asesino o asesinado. Otra de las diferencias es que la mayoría de los hombres que cometen uno de estos crímenes o están en la cárcel o muertos, quizá se sientan culpables. Y digo quizá porque no tengo idea de lo que suceda en la mente de un asesino.

La diferencia más importante que encuentro es que las autoridades, si bien no han conseguido erradicar o controlar el problema, que ya tiene visos de epidemia, por lo menos lo están intentando. Campañas contra la violencia doméstica, centros de acogida para aquellas mujeres que no tienen a donde ir ni de qué vivir, pulseras en los maltratadores que están monitoreados constantemente. El nuevo experimento es que las mujeres tienen un teléfono que llevan consigo y que detecta la cercanía de la otra persona, echando a andar un dispositivo que manda la señal a la policía, con la localización de ambos, con la intención de que lleguen a tiempo cuando un hombre viola la ley de alejamiento. Hay, sobre todo, y esta es la diferencia, voluntad para evitar esas muertes. Pero hay una semejanza, y esta es que las muertes continúan sucediendo.

6.2.05

En el Barrio del Carmel, cuna del pijoaparte

Imaginen que un día salen de su casa para comprar el periódico. O están en el trabajo y llaman para preguntar que compran para la cena. O están a punto de bañarse. Quizá sea un gesto, una acción que no significa nada, la hacen todos los días, cualquier día. Pero este momento será el último que verán o vivirán dentro de esa casa. De repente, una llamada les informa que tienen que desalojar la vivienda en menos de cinco minutos, lo justo para volver a ponerse los zapatos, o la chamarra, o ni eso. Y la próxima vez que vuelvan a casa, ya no existe.

Cuántas veces hemos decidido (o las circunstancias deciden por nosotros) dejar todo y volver a empezar. Pero siempre nos llevamos con nosotros una maleta, o cajas, o un camión entero con las cosas que hemos acumulado en la etapa anterior; serán los recuerdos durante la próxima etapa. Pero un día, sin decidir, sin pensar, estás en un lugar, y al siguiente momento, ese lugar ha desaparecido, con todo lo que había adentro, toda tu vida en fotos, papeles, ropa o muebles que con mucho o poco esfuerzo has ido comprando para crear un hogar. Eso es lo que se ha perdido, un hogar.

Los vecinos de varios edificios del Barrio Carmel, en Barcelona, lo han vivido los últimos días. Las obras del metro originaron un socavón debajo de sus edificios, que causó daños estructurales. Uno de ellos fue derribado, y los vecinos han tenido que ir a remover los escombros para buscar. El daño, por supuesto, no sólo es material, es psicológico y moral. Una vecina intenta rescatar las fotos de sus padres, ya muertos, su única herencia. Todos están furiosos y tristes. La impotencia y la rabia es comprensible. No es lo mismo perder tus bienes en un desastre natural, en donde no hay culpables (bueno, eso se dice, yo estoy convencida de que sí los hay: los tsunamis no causan los mismos muertos en Japón que en la India, y lo mismo pasa con terremotos, inundaciones e incendios, que se ensañan con los países más pobres precisamente porque no tienen la infraestructura ni la capacidad para alertar y evacuar, en suma, para resistir, que los países más ricos) que perder todo en un minuto a causa de la negligencia política y urbana.

El barrio del Carmel es el barrio de uno de mis personajes favoritos, El pijoaparte, de la novela Últimas Tardes con Teresa, de Juan Marsé, que ha escrito sobre sus calles y a las cuales le une recuerdos de infancia y juventud. Es parte del barrio, aún cuando nunca ha vivido en él. Ha descrito sus calles, sus casas, su gente. La biblioteca lleva su nombre. Y se une a la indignación general. Lejos está el Carmel de la Barcelona de diseño, cosmopolita y fashion. Tan lejos como las costas de Florida a las costas de Sri Lanka.

Pero los vecinos que ahora buscan entre los escombros no son los únicos que lo han perdido todo, todavía hay muchos vecinos a los que se les impide volver a sus casas, que salieron con lo puesto y mañana se pueden levantar con la noticia de que sus casas también serán derribadas. Y a pesar de que sabemos que hay gente que lo pierde todo en un terremoto, en una mala jugada del destino, en un desastre natural, a pesar de que todos a veces hemos dejado atrás todo para volver a empezar, no es lo mismo. Y también duele. Sin decir qué duele más o qué menos, sin subestimar sentimientos ni minimizar ninguna situación, también duele. O imaginen que salen al cine y cuando vuelven, ya no tienen nada.

3.2.05

La noche de Alejandro

La última película de Alejandro Amenábar, Mar Adentro. se llevó 14 premios Goya el domingo pasado. Basada en una historia real, trata sobre un tema muy polémico, pero que Aménabar ha conseguido que no cause fricciones ni censuras. La intención del director, al parecer, ha sido entendida tanto por público como por crítica: no ha querido, en ningún momento, juzgar la decisión de Ramón Sampedro, el gallego tetrapléjico que luchó por la eutanasia y al final consiguió morir gracias a la “ayuda” de algunos de sus amigos. No se trata tampoco de moralizar, ni de decir si está correcto o no el decidir morir cuando tu vida es una carga para ti y para los demás. Los suicidas tienen a su favor que cuando mueren, consiguen usar sus propias manos y son capaces físicamente de hacerlo. Ramón Sampedro estuvo treinta años atado a una cama, y no podía ni siquiera usar la mano para comer, mucho menos para morir. Y su familia, aún ahora, no entiende su muerte y reclama a sus amigos la ayuda que le dieron.¿Amor o egoísmo? Amenábar asegura que su intención no ha sido polemizar, que su película es “un canto a la vida”, y no una apología de la muerte. Lo cierto es que la película ha gustado, y a todos. Globo de oro y nominación al Oscar, por sobre La mala educación de Almodóvar, que sólo tuvo cuatro nominaciones y no ganó ninguno de los cuatro (y de Almodóvar ya tengo algo que decir también, pero lo haré después). Catorce Goyas, la mayor cantidad en toda la historia de estos premios, entre ellos al mejor director, mejor película y mejores actores.

En realidad, no he visto la película, pero sin verla estoy de acuerdo con Amená
bar, que dijo al recibir su premio que esta era una película sustentada en los actores, y que la actuación era lo que la había llevado a donde está. Y es que con sólo ver los trailers, es muy impresionante la caracterización de Javier Bardem como Sanpedro. Después de ver a Javier Bardem en muchas de sus actuaciones, pero sobre todo en su caracterización de Reinaldo Arenas en Antes de que anochezca, no queda más que aplaudirle de pie a uno de los mejores actores jóvenes que hay en el cine actual. Por su trabajo como Reinaldo consiguió la nominación al Oscar, cosa que no logró este año mientras que Leonardo Di Caprio le ganó el Globo de Oro. Pero no importa, el camino de Bardem desde Jamón Jamón, de Bigas Luna, hasta Sampedro, lo ha ido superando cada vez más. Lo mismo pasa con Amenábar, solo cuatro películas y podríamos decir que Abre los ojos, la segunda, es mejor que Tesis, su ópera prima, mientras que Los otros es mejor que Abre los ojos, y Mar Adentro la apoteosis. Será muy difícil su próximo proyecto, puesto que mantener un nivel como el que hasta ahora ha conseguido desde el principio, es difícil para cualquiera. (Personalmente, la que más me ha gustado es Los otros. )

Alejandro, Javier, y la compañía femenina de Lola Dueñas y Belem Rueda opacó a todas las otras películas del panorama español del 2004. Almodóvar este año anduvo flojillo, y aunque en todas partes se habla de La mala educación, lo cierto es que me parece un retroceso en la carrera de Almodóvar. Es como volver a las ya lejanas épocas de La ley del deseo. Sin embargo, el contexto, las circunstancias en que se realizaron las películas más escandalosas de Almodóvar ya no existe, ya no es necesario escandalizar con personajes o escenas. La historia es oscura, irreal, y totalmente increíble. No se puede negar el oficio formal de Almodóvar, ni tampoco el esfuerzo de sus actores,(aunque desgraciadamente Gael García Bernal está a punto de caer en la trampa que mantuvo a Leonardo Di Caprio en la fila de los “galanes”, haciéndole más difícil llegar hasta su nueva nominación al Oscar por El Aviador. Gael ya es Gael, por lo que le resultará difícil romper con su propia etiqueta para seguir creciendo como actor, lo bueno es que todavía es joven). Sin embargo, la historia truculenta de la Mala Educación ya no asusta a nadie, y si puede disgustar a muchos. No por moralidad, sino por buen gusto. Parece que estamos necesitados de películas menos oscuras y más propositivas, lo cual confirma el éxito de Mar Adentro.

Pero como he dicho antes sobre Aménabar, no se puede mantener el listón tan alto en todas y cada una de las películas, pero creo que si se vale, incluso se requiere, aspirar a ello. Y después de Hable con ella, Almodóvar la tenía muy difícil para superarse. Aún así, el recibimiento de La Mala educación, a nivel crítica, ha sido bastante bueno, aunque a nivel premios no haya sido tan reconocido.

Ahora sólo queda esperar a finales de mes para ver si la película Mar Adentro consigue el Oscar. Por lo pronto, ya se ha llevado una noche completa, la noche del domingo 30 de enero fue, absolutamente, la noche de Alejandro.